Había una vez una gata llamada Mandarina. La gata estaba sola, pero entonces se le ocurrió una idea.
-Voy a dar un paseo a lo mejor encuentro a un gato y me caso con el". Entonces salió a pasear.
- Un gato a lo mejor se quiere casar conmigo. Hola me llamo Mandarina.
- Eh, hola yo me llamo Calcetines.
- Una pregunta: ¿ tú vives solo, Calcetines?.
- Sí, Mandarina, ¿porqué lo preguntas?.
- Es que me gustaría casarme contigo.
- Vale, pues vamos a vivir juntos y en unos meses nos casamos.
Y colorín colorado este cuento se ha acabado.