tag:blogger.com,1999:blog-34443024517538331452024-02-20T22:37:15.757-08:00Meine leeren Regalemiguelhttp://www.blogger.com/profile/03822437256974786703noreply@blogger.comBlogger16125tag:blogger.com,1999:blog-3444302451753833145.post-51307556779626736202022-11-06T02:39:00.007-08:002022-11-06T02:39:53.351-08:00La gata y el gato se van a casar. <p> Había una vez una gata llamada Mandarina. La gata estaba sola, pero entonces se le ocurrió una idea.</p><p> -Voy a dar un paseo a lo mejor encuentro a un gato y me caso con el". Entonces salió a pasear. </p><p>- Un gato a lo mejor se quiere casar conmigo. Hola me llamo Mandarina. </p><p>- Eh, hola yo me llamo Calcetines.</p><p> - Una pregunta: ¿ tú vives solo, Calcetines?.</p><p>- Sí, Mandarina, ¿porqué lo preguntas?.</p><p> - Es que me gustaría casarme contigo. </p><p>- Vale, pues vamos a vivir juntos y en unos meses nos casamos. </p><p>Y colorín colorado este cuento se ha acabado.</p>miguelhttp://www.blogger.com/profile/03822437256974786703noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3444302451753833145.post-2108136786077235322018-11-14T14:12:00.001-08:002018-11-14T14:34:51.877-08:00Otoñeciendo en Landschlacht <br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgGPnzFf_PAyiyODyPRKEB1SSmhR1mCdYyyPsEXpa8-lAx1ekmZhIU0RqHTkgu7B2_RYYJ5yL0Zx30vhXLOkeel_qD2oCKvBERhFF9homERSxFVoEP16LrADSpoFFg54mHSSZa5M35KbxsO/s1600/IMG_20181111_115246_982.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="960" data-original-width="1028" height="298" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgGPnzFf_PAyiyODyPRKEB1SSmhR1mCdYyyPsEXpa8-lAx1ekmZhIU0RqHTkgu7B2_RYYJ5yL0Zx30vhXLOkeel_qD2oCKvBERhFF9homERSxFVoEP16LrADSpoFFg54mHSSZa5M35KbxsO/s320/IMG_20181111_115246_982.jpg" width="320" /></a></div>
<br />
<br />
Otoñece en Landschlacht, y lo hace con la solemnidad y precisión de quien sabe que representa una función que será disfrutada por última vez. Otoñecen los días del último noviembre y por un instante me fundo con ellos para sentir la carga de toda la estación sobre mis hombros. Para quien no lo sepa, el otoño es la estación del año que más pesa, y se manifiesta de forma y modo completamente vertical, con sentido descendente, de cadencia decadente, de caída delicada, deliciosas hojas de calidades caleidoscópicas. Ocasos incipientes que se adentran en los días, que prácticamente los devoran, ávidos de noche. <br />
<br />
Otoñece en Landschlacht, y lo hace con virtuosismo cromático y disciplina. Con la misma disciplina germánica con la que hace seis años comencé a aprender la lengua alemana, y que ahora, cerca de un centenar de novelas leídas después, forma ya parte de mi. La lengua alemana digo, porque la disciplina germánica creo que ya la traía de serie.<br />
<br />
De todo lo que me llevo de los otoños transcurridos a la orilla del Bodensee, la sensación constante que me remite inequívocamente a lo que este lugar y esta etapa de mi vida representa es, precisa y paradójicamente algo que no está apenas presente. La luz, o mejor dicho, la ausencia de la misma. La escasez lumínica y el empeño de la niebla por intervenir en el devenir cotidiano confieren al paisaje un inmenso cariz de irrealidad homogénea, de eternidad vacía. Un lugar sin luz, un lugar en el que no se proyectan las sombras, pero que, sin embargo, me deja una huella indeleble.<br />
<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgr-9JjJzfCtNlCLeE1CpvaPdG2t4-in7QZquJ9ru99qw5_hfresRznOFRo68xsKo1djMrO0Sbd0KeF4DwFwD6MKCQJ3eCJuG4DqJG-jAAHCPYGGPQoWL51xUmT5xjLd2uWpt1Ia8pp6jMi/s1600/IMG_20181112_212522_248.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="420" data-original-width="420" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgr-9JjJzfCtNlCLeE1CpvaPdG2t4-in7QZquJ9ru99qw5_hfresRznOFRo68xsKo1djMrO0Sbd0KeF4DwFwD6MKCQJ3eCJuG4DqJG-jAAHCPYGGPQoWL51xUmT5xjLd2uWpt1Ia8pp6jMi/s320/IMG_20181112_212522_248.jpg" width="320" /></a></div>
<br />
<br />
Otoñece en Landschlacht, y lo hace a sabiendas de que será la última vez. Otoñece y yo percibo que lo voy haciendo también en paralelo, a mi ritmo, dejándome llevar. El olor, el color, el sonido, todo sabe a despedida, mientras las hojas al caer van marcando el camino que me devuelve a mi hogar.<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<!--/data/user/0/com.samsung.android.app.notes/files/share/clipdata_181114_225323_378.sdoc-->miguelhttp://www.blogger.com/profile/03822437256974786703noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3444302451753833145.post-65272873684331172432017-09-13T13:43:00.000-07:002017-09-13T13:45:10.907-07:00De elogios y cumplidos<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEih0ZYshgPTh705-wOyi9lN1uGMa_-EtYHt-hc0hT3htdqxexpoERNuBTfF_U2gqDOcwf1PRjWOGya4YHhoeFjnZoBWIU9KtgzQqx-um_oYMeZEBb0zv_uHx237jUaqHL6e-E-OWBHVMPZ4/s1600/20170903_131322+%25281%2529.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1200" data-original-width="1600" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEih0ZYshgPTh705-wOyi9lN1uGMa_-EtYHt-hc0hT3htdqxexpoERNuBTfF_U2gqDOcwf1PRjWOGya4YHhoeFjnZoBWIU9KtgzQqx-um_oYMeZEBb0zv_uHx237jUaqHL6e-E-OWBHVMPZ4/s400/20170903_131322+%25281%2529.jpg" width="400" /></a></div>
<div style="line-height: 100%; margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div style="line-height: 100%; margin-bottom: 0cm;">
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
La verdad es que han sido necesarios tan sólo 43 años, 4 de ellos
residiendo en Suiza, para que haya ocurrido algo tan obvio y tan
natural, que si no había sucedido antes supongo que se debe bien a
que no he tenido los chacras correctamente alineados durante todo
este tiempo, o bien a que el tóner con el que los he estado
recargando últimamente es de mala calidad. Por desgracia, ésto
último nunca lo llegaré a saber a ciencia cierta, pues la tienda
donde me lo conseguían se vio envuelta en un escándalo de tráfico
de almas a nivel interestelar. De verdad, muy mal rollo. Cosas del
Karma.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</div>
<div style="line-height: 100%; margin-bottom: 0cm;">
<div style="text-align: justify;">
Bueno, en realidad yo quería hablar de otra cosa, pero se me va el
hilo. El tema es que, como decía al principio, ha pasado algo
grande. Esta semana, por fin, después de tantos años, una persona,
llamémosle Jean Luc Robespierre (es el primer nombre que se me viene
a la mente) ha tenido la deferencia de elogiar mi buen uso y manejo
del idioma. Pero no del alemán, como algún avezado lector pudiera
estar sospechando. No, no. Ni del inglés, no, no. Tampoco del
italiano, y obviamente menos todavía del francés. No. Esta semana
me han felicitado por lo bien que hablo español. En efecto. Para
cagarse.
</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</div>
<div style="line-height: 100%; margin-bottom: 0cm;">
<div style="text-align: justify;">
La cosa fue más o menos como sigue: en mi puesto de trabajo he de
desempeñar ocasionalmente ciertas funciones como comercial, sobre
todo cuando se trata de acceder o asesorar a clientes
hispanoparlantes. En este caso debía ponerme en contacto por
teléfono con una empresa de la provincia de Alicante. Pues bien,
llamo y me responde Jean Luc Robespierre, con un más que correcto
español provisto de un notable y marcado acento francés. Tras una
agradable y amena conversación, a modo de despedida, y en aras de
forjar una posible futura relación comercial, se me ocurre que
procede elogiar el buen uso del idioma español que hace mi
interlocutor, a lo que éste, ya crecido y despojado del apocamiento
inicial, me responde:</div>
</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="line-height: 100%; margin-bottom: 0cm;">
<div style="text-align: justify;">
-Hombge, paga seg sinsego, me paguese que tú paga seg de la Suissa
gegmánica cgeo que habla espagnol mucho bien mejog que yo, pogque no
tiene asento gago.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</div>
<div style="line-height: 100%; margin-bottom: 0cm;">
<div style="text-align: justify;">
Lo cierto es que da gusto sentirse valorado, incluso cuando se trata de un error.</div>
</div>
miguelhttp://www.blogger.com/profile/03822437256974786703noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-3444302451753833145.post-78014579175900394672014-03-11T14:21:00.001-07:002014-03-11T14:21:10.136-07:00Crónicas de una inmigración anunciada
<br />
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Times New Roman, serif;">Esta
historia que os voy a contar es la mía. O mejor dicho, la nuestra.
Vamos, la de mi familia. Como tantas otras que he escuchado a lo
largo de estos últimos meses, no habla de ni de grandes gestas, ni
de magnas hazañas. En ella no aparecen intrépidos protagonistas que
derrotan a legendarios dragones, ni príncipes que se baten en duelo
con abyectos villanos, jugándose el pescuezo para rescatar princesas
durmientes o dormidas, que para el caso, lo mismo es. No negaré que,
a mi parecer, algo de heroico contienen estas páginas. Todo lo
heroico que pueda suponer seguir luchando en la batalla del día a
día. Todo lo osado que pueda resultar no rendirse jamás ante la
adversidad, y todo lo delirantemente hermoso que subyace en el hecho
de aprovechar cada bache en el camino, cada desafortunada caída o
cada lamentable accidente, para respirar hondo, tomar impulso y
levantarse con más empeño y toda la determinación de seguir
adelante sin echar la vista atrás. Bueno, en todo caso quizás
mirando de vez en cuando, pero siempre a través del retrovisor. Todo
esto y más lo podréis descubrir y juzgar vosotros mismos más
adelante. Para ello os invito a que sigáis leyendo.</span></div>
<br />
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Times New Roman, serif;">Todo
empezó hace mucho, mucho tiempo. Primero fue el Big Bang, y luego
hubo algo que los científicos convinieron en llamar "Sopa
Primigenia", a la que apenas existen probabilidades de que
denominaran de ese modo por el asombroso parecido que hubiere
presentado con un nutritivo caldo que acostumbrase a guisar una tal
"prima Eugenia" de alguno de los científicos presentes en
aquel entonces. Pero como no me quiero desviar del asunto que nos
ocupa y </span><span style="font-family: Times New Roman, serif;"><span style="text-decoration: none;">dado
que la historia que pretendo narrar no data del Pleistoceno, sino que
más bien se enmarca dentro de un período bastante más reciente,
vamos a adelantar unos cientos de miles de millones de años para
centrar un poquito más el tema. Comencemos pues, esta vez ya sí.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Times New Roman, serif;"><span style="text-decoration: none;"></span></span> </div>
<br />
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-decoration: none;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhI65F6EVDpMh9O8P_GfhI4gkDEIk8dPcxZuwv9aAGzfGdfk0szCxxaHpJ4U8zkCppLGCLcdaMXkr1j7_VeKrbqD247Gq4U9ypDHtyYgdH5BqyLGm3aplfeuxebFEQwfw0xmxU2UsAV4tmG/s1600/2013-07-30+12.19.04.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhI65F6EVDpMh9O8P_GfhI4gkDEIk8dPcxZuwv9aAGzfGdfk0szCxxaHpJ4U8zkCppLGCLcdaMXkr1j7_VeKrbqD247Gq4U9ypDHtyYgdH5BqyLGm3aplfeuxebFEQwfw0xmxU2UsAV4tmG/s1600/2013-07-30+12.19.04.jpg" height="400" width="300" /></a></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-decoration: none;">
</div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-decoration: none;">
<br />
<span style="font-family: Times New Roman, serif;">2012 y 2013 no son precisamente
años que se van a recordar con especial cariño en el seno de
nuestra familia. Mi padre solía decir aquello de "cuando la
fortuna te dé la espalda, aprovecha para darle una colleja".
Pues bien, se ve que durante esos años la fortuna debió de haberse
puesto un collarín de acero. Con pinchos. Todo marchaba realmente
mal, y el futuro se perfilaba de un color negro azabache oscuro,
bastante más oscuro todavía que el negro azabache claro. Un día
llegó papá a casa y empezó a discutir, como de costumbre, con
mamá. Tardó apenas algunos minutos en comprender que ella no
estaba. Esperó a que mamá llegase, y entonces inició otra
discusión, diferente pero igualmente apasionada a la que había
protagonizado en solitario. Os aseguro que estuvo mucho más
convincente y brillante en su primera intervención, pues su oratoria
es más fresca y fluida cuando no sufre las constantes interrupciones
propias de un diálogo. A papá le gusta tener razón. Y eso no
tendría por qué ser un problema si a mamá no le gustase
exactamente lo mismo tanto como a él. Son así. Yo creo que en el
fondo lo que les pierde no es saber que tienen la razón (ambos están
convencidos de que así es), sino que por encima de todo, lo que les
entusiasma es que el otro se la dé. Tengo la sensación de que lo
practican a modo de deporte. Y son muy buenos. Realmente, si hubiera
una competición de discutir, serían campeones seguro.</span></div>
<br />
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-decoration: none;">
<span style="font-family: Times New Roman, serif;">El caso es que papá dijo que la
situación económica y laboral era malísima y que la única
solución que contemplaba era la de emprender el camino de la
inmigración hacia Alemania o Suiza, aunque para ello fuera
imprescindible aprender previamente alemán. Papá aseguró que iba a
aprender alemán en unos meses. Y cuando papá promete que va a hacer
algo, lo hace. O al menos eso dice él. Y en parte es verdad, porque
una vez decidió que iba a dejar de fumar y lo consiguió. Pero por
otro lado, hace meses que no deja de decir que va a llevar a mamá a
IKEA, y eso todavía no ha sucedido. A veces creo que papá es un ser
tremendamente complejo y contradictorio, pero sé que si se lo dijera
se sentiría muy orgulloso de mí y a la vez sumamente halagado.
Además, seguro que aprovecharía la ocasión para contarme una
historia sobre la complejidad y dicotomía polar del ser humano, con
datos, estadísticas, y montones de argumentos demoledores y
convincentes. Y eso es algo que no lo quisiera yo de momento por nada
del mundo. </span>
</div>
<br />
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-decoration: none;">
<span style="font-family: Times New Roman, serif;">Mamá se quedó durante unos
instantes sin palabras, cosa muy inusual en ella. De hecho, papá se
preocupó muchísimo, pues según él, el día que mamá no diga nada
será el principio del fin del mundo. Aunque yo creo que cuando dice
eso emplea de manera algo zafia y poco sutil la ironía. Al cabo de
unos minutos, cuando mamá recuperó el habla y por fin la discusión
pudo seguir su curso natural, mamá puso el grito en el cielo al
interpretar erróneamente, tal vez presa de los nervios y la
angustia, que Suiza quedaba enclavada en la península de
Escandinavia, entre Noruega y Finlandia. A mamá es que le preocupa
muchísimo pasar frío, casi tanto o más que meter la cabeza debajo
del agua. Pero éste es un tema del que ya hablaremos en otra
ocasión, si es que procede. Tras subsanar el malentendido y
localizar en un mapa de Europa la ubicación exacta de Suiza, mamá
se tranquilizó un poco, aunque no del todo, pues aprender alemán
era una idea que no terminaba de ver de un modo, digamos, tentador. </span>
</div>
<br />
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-decoration: none;">
<span style="font-family: Times New Roman, serif;">Pasaron unos pocos meses. Papá
cumplió (esta vez sí) su promesa, y con su alemán de andar por
casa se dedicó a enviar currículums, cartas de presentación y
dossiers con su trabajo realizado a cientos de empresas que ofrecían
puestos de empleo tanto en Suiza como en Alemania, postulándose como
candidato a ocupar los mismos. La verdad es que papá no lo reconoce
con facilidad (mejor dicho, papá no reconoce nada, ni con facilidad
ni sin ella), pero aprender alemán como lo hizo, es decir, de manera
autodidacta, en casa, y en tan poco tiempo, le sentó muy pero que
muy bien, tanto para mantener la cabeza ocupada y alejada de las
innumerables preocupaciones que en aquel momento lo atormentaban,
como sobre todo para recuperar su ya algo deteriorada autoestima.
Durante este tiempo de impás, incertidumbre y zozobra, hablaron
muchas veces largo y tendido sobre lo absurdo y penoso de una
situación tal que estaba obligando a gente preparada como ellos, con
estudios superiores, titulación universitaria, y una gran
experiencia laboral a abandonar su casa, su tierra y a su gente, en
busca de un nuevo hogar, lejos de todo aquello a lo que pertenecían
y de todo lo que consideraban como propio y cotidiano. Pero como dice
papá, no elegimos aquello que nos toca vivir, pero sí el modo de
afrontarlo. Por mucho que eso lo haya debido de escuchar en cualquier
película o leído en algún libro y lo quiera hacer pasar como suyo,
la verdad es que no deja de ser menos cierto. Eso hay que
reconocerlo.</span></div>
<br />
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-decoration: none;">
<span style="font-family: Times New Roman, serif;">El caso es que, a finales de
abril de 2013, y tras haber recibido un montón de respuestas
negativas, papá descubrió que desde una de las empresas a las que
había enviado su candidatura mostraban un cierto interés en
conocerle. Es poco frecuente en papá, pero incluso él admite que
debió de leer el e-mail varias veces para cerciorarse de que lo que
ponía era lo que realmente creía que ponía. Cuando se hubo
asegurado bien, se serenó y entonces se lo dijo a mamá. A mamá le
costó más volver a mantener la calma, tras haberla perdido al
recibir la noticia. Mamá es mucho más eufórica y expresiva que
papá. O por lo menos se le nota más. Sencillamente creo que se deja
llevar más por sus emociones y vive todo con más intensidad, lo
bueno tanto como lo malo. A papá eso parece sacarle un poco de
quicio, pero en el fondo debe de tratarse de una especie de envidia
sana, o a lo mejor no tan sana para él. Yo, la verdad es que tanto,
tanto, no puedo saber.</span></div>
<br />
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-decoration: none;">
<span style="font-family: Times New Roman, serif;">Papá tuvo una entrevista a
través de skype, de la cuál sacó en claro varios puntos. Primero:
que estaba capacitado para mantener una conversación medianamente
fluida en alemán. Segundo: que le pareció entender que querían
conocerle personalmente, para lo cual debía viajar en el plazo de
una semana a Suiza. Tercero: que el esfuerzo y el sacrificio que
había estado haciendo empezaba a dar su fruto.</span></div>
<br />
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-decoration: none;">
<span style="font-family: Times New Roman, serif;">Papá no se lo pensó mucho, cosa
extraña en él. La verdad es que no había mucho sobre lo que
meditar. Era apostar a todo o nada. Tanto el vuelo como el
alojamiento durante una semana iban a resultar caros, máxime
teniendo en cuenta que no le habían garantizado en ningún momento
que el puesto de trabajo fuese a ser suyo, pero ¿qué otra cosa
podía hacer? Al cabo de unos pocos días se presentó en la sede de
la empresa. Allí se reunió con gente, visitó las instalaciones,
estuvo algún tiempo siendo instruido para el posible puesto de
trabajo que debía desempeñar, y por qué no decirlo, aprovechó
para hacer algo de turismo por los alrededores, disfrutando tanto de
la belleza del paisaje como de la bondad del clima primaveral de la
zona.</span></div>
<br />
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-decoration: none;">
<span style="font-family: Times New Roman, serif;">Papá regresó a casa sin tener
la certeza de si había sido seleccionado para el puesto o no. Pero
se le notaba con un ánimo distinto al de los últimos años, como
con algo más de confianza en sí mismo y seguro de que si no era
ésta, muy pronto encontraría y aprovecharía otra oportunidad. La
cuestión es que tanto el destino como su jefe (tiendo a pensar que
fue más cosa de su jefe que del destino, aunque cada uno que crea lo
que prefiera) quisieron que nuestra suerte alcanzara un punto de
inflexión y que empezase a cambiar de una vez, obvia y deseablemente
para mejor. </span>
</div>
<br />
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-decoration: none;">
<span style="font-family: Times New Roman, serif;">Desde finales de mayo de 2013 mi
familia se trasladó al lugar donde actualmente residimos. A
Güttingen, en el cantón de Thurgau (Suiza), justo a la orilla del
Bodensee. Mamá y papá siguen discutiendo como auténticos
campeones, en eso no han cambiado un ápice. Pero ahora papá hace
reír mucho a mamá. Papá tiene esa habilidad. Inventa personajes y
les da vida para gran disfrute y regocijo de mamá. Me siento muy
bien cuando escucho y noto su risa. Y mamá tiene entre otras, una
gran virtud. La de cuidar de papá. </span>
</div>
<br />
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-decoration: none;">
<span style="font-family: Times New Roman, serif;">Sé que ambos se han esforzado al
máximo para darme la posibilidad de tener una vida mejor. Sé que
ambos han renunciado a muchos sueños que persiguieron y pelearon
durante años para poder disfrutar de una mínima estabilidad. Papá
ha dejado el camino sembrado de dolor al tener que apartarse de
Paula, su hija, mi hermanita mayor que vive en España y a la que
tanto echo de menos. También ha renunciado a su profesión de
arquitecto, que con tantísimo esfuerzo consiguió ejercer. Mamá
también deja atrás mucho: su pasión, su trabajo y una parte
fundamental de su vida, la psicología, que con todo el cariño del
mundo desarrolló en el pasado y que ahora tanto añora.</span></div>
<br />
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-decoration: none;">
<span style="font-family: Times New Roman, serif;">Seguramente os habrá llamado la
atención el hecho de que durante todo este tiempo haya estado
hablado de papá y mamá, y sin embargo sobre mí no haya dicho ni
una sola palabra. Esto tiene una explicación muy sencilla. Resulta
que todavía no he nacido, está previsto que lo haga para finales de
junio. De hecho, hasta hace un par de días, mamá y papá no sabían
todavía si sería chico o chica. Pues bien, mi nombre es Sara y soy
fruto del amor y de la fuerza de voluntad de mis padres. Yo me quedo
con su ejemplo, el que me están dando antes de nacer. Su esfuerzo,
su amor y su no rendirse nunca son un valioso legado que desde ya me
pertenece. Nos vemos pronto.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-decoration: none;">
</div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-decoration: none;">
</div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-decoration: none;">
</div>
miguelhttp://www.blogger.com/profile/03822437256974786703noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-3444302451753833145.post-12093383686638661702013-10-27T10:12:00.001-07:002013-10-27T10:12:14.690-07:00De ciclos y cambios
<br />
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
Una vez (tal vez dos, a
lo sumo tres) escuché decir que lo único constante es el cambio. No
recuerdo bien dónde, ni a quién. No sé si fue Aristóteles el que
lo dijo por vez primera, pero lo que sí puedo afirmar es que a él
no se lo oí pronunciar directamente. De eso estoy casi seguro. Es
más, diría que me enteré a través de terceras personas. Supongo
que debió de ser en el instituto o en algún bar, que son los sitios
donde se aprenden este tipo de cosas.
</div>
<br />
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
En realidad hoy no tenía
la menor intención de hablar de filósofos griegos, materia de la
que por otra parte no tengo gran idea, ni de bares (qué lugares)
españoles, cuestión en la que estoy algo más impuesto, y donde el
saber (y el sabor) se ingiere en vasos de a un tercio, mientras se
practica la barra fija o el baile introspectivo, facetas de las que
en próximas ocasiones quizás llegue a contaros algo más. </div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgfpT57F6sxdxM8ZiLmtfY2xUgso_oxblc3pIheObltbZDMazX3p2kIq2QP9CS-Hm9yXNsX9OWrHESkdCn7woktGDtFrqXoc7j-qggFArItBcVFRpOeBHonTSv8wW5A-Hl0jaCLoyC93bLm/s1600/2013-10-26+17.16.31.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgfpT57F6sxdxM8ZiLmtfY2xUgso_oxblc3pIheObltbZDMazX3p2kIq2QP9CS-Hm9yXNsX9OWrHESkdCn7woktGDtFrqXoc7j-qggFArItBcVFRpOeBHonTSv8wW5A-Hl0jaCLoyC93bLm/s400/2013-10-26+17.16.31.jpg" width="400" /></a></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
</div>
<br />
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
Hoy quería hablar de
ciclos y cambios, y para ello pensé que sería muy apropiada la
imagen de una bicicleta. No se me ocurre mejor forma de ilustrar el
momento vital por el que atravieso que con esta bicicleta que sostiene
una pared. Todo en la imagen evoca al cambio. El otoño, y con él
el paso del tiempo, sugerido a través de la coloración de las
hojas. Las ruedas que giran sobre sí mismas y a su vez permiten el
movimiento de quien conduce. E incluso la propia pared del edificio,
que ya va pidiendo a gritos un cambio de look.
</div>
<br />
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
La cuestión es que,
entrando de una puta vez en materia, resulta que nos mudamos. Pero no
en diciembre, como preveíamos, sino más bien YA. En un par de días,
o sea tres, para ser más precisos. Hemos acabado una etapa y
empezamos otra. Llegamos aquí hace cinco meses, arrastrando una
maleta cargada de sueños, entusiasmo y esperanzas (y muchas horas de
aprendizaje de alemán, eso creo que hay que decirlo). Durante estos
meses hemos habitado una buhardilla doblemente abuhardillada, que
ahora, al mirar alrededor y observarla con los ojos de quien
contempla parte de su pasado inmediato, tomo conciencia de que el
sacrificio y las renuncias por las que hemos tenido que transitar
empiezan a dar su fruto. Un fruto pequeño, si se quiere, que de
momento no es más que simiente, pero que a buen seguro acabará
floreciendo.
</div>
<br />
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
Sois muchos a los que
sigo echando muchísimo de menos. Mis amigos, mi familia, mi
Paula. Cada vez que escribo, mis dedos lloran las palabras que leéis.
Dentro de un mes y cuatro semanas nos veremos de nuevo. Mientras
tanto, si no os importa, os llevo conmigo a nuestro nuevo hogar.
Es pequeño, pero muy acogedor. </div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
</div>
miguelhttp://www.blogger.com/profile/03822437256974786703noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-3444302451753833145.post-73341134119605241072013-09-22T11:06:00.001-07:002013-09-22T11:08:11.121-07:00De hacerse mayor<br />
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
Yo siempre he creído que
el problema de hacerse mayor no es tal, sino que en realidad la gran
tragedia es “darse cuenta” de ese fenómeno, en cierto modo,
decadente. En muchas ocasiones no seríamos conscientes del
inexorable paso del tiempo si no fuese porque algo o alguien viniera
a recordárnoslo. Un ejemplo: ser capaz de rememorar
alguno de los partidos de fútbol del Mundial 82 es un síntoma
evidente de que uno ya va teniendo una edad. Aunque el hecho de
conseguir traer a la mente algo que sucedió hace más de 30 años, a
su vez, es un claro indicio de que el cerebro sigue estando en
plenitud de condiciones y preparado para ser usado, si es que eso
fuese necesario alguna vez. Otro ejemplo: que una hija comience la
educación secundaria pone de manifiesto que ya ha pasado una serie
de años (deprisa, si se quiere, demasiado deprisa) desde que uno
tuvo la inmensa alegría (la mayor de las posibles) de iniciar la
aventura de ser padre.
</div>
<br />
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
Es por este motivo por el
que hoy escribo. Paula, esta semana has comenzado a ir al instituto.
Al rojo, sí. Al mismo al que fue papá, hace ya algunos años. Ya
vas al instituto y, sin embargo, me acuerdo perfectamente de tu
primer día de colegio e incluso del primero de tus días en la
escuela infantil “Xiquets”. Todo ha ido tan rápido... Sé que
para ti quizás no. Lo sé porque yo también fui niño. Aunque te
cueste creerlo, no siempre fui calvo natural.
</div>
<br />
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
Pero así es el tiempo,
un viejo cínico, unas veces absolutamente relativo y otras, arbitrariamente preciso.
No sé si te imaginas cuánto quisiera poder estar ahí para
abrazarte y desear que todo te vaya bien en esta nueva etapa de tu
vida, pero la realidad es que nos separan mil setecientos kilómetros,
uno detrás de otro, y no puedo más que tratar de hacerte llegar
todo mi amor y mi cariño a través de unas pocas palabras escritas.</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhIiqXF-otmUJQya66i2lHU5BA8FHbncUXKysw__JTQwYFb9lqzUy3TrHinJoJL8OrKzIKj5AQj7Wi0Ak1vEfU2zcrLnySHN71dNujpZVkXJQJpgon9CUlc6X00ixYf2PP4Hx10hUv9RGh3/s1600/casa+papel.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhIiqXF-otmUJQya66i2lHU5BA8FHbncUXKysw__JTQwYFb9lqzUy3TrHinJoJL8OrKzIKj5AQj7Wi0Ak1vEfU2zcrLnySHN71dNujpZVkXJQJpgon9CUlc6X00ixYf2PP4Hx10hUv9RGh3/s320/casa+papel.JPG" width="320" /></a></div>
<br />
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
</div>
<br />
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
Me acuerdo de cuando
cumpliste cuatro años e hicimos una casa de papel para guardar tus
regalos. Te extrañó mucho que simplemente con unas cuantas hojas
consiguiéramos levantar una estructura que se aguantase a sí misma.
En realidad con un folio de papel no se consigue gran cosa. Con dos,
tampoco. Pero si unes unos cuantos y además de un modo determinado,
el resultado puede llegar a ser sorprendente. Únicamente hay que
saber cómo. </div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhdi1hdXeqfPBpznEPBaQM65KPhzdlOVfLIh_7EQtUDsbv9Vjpk3YMfjy5Lui3CoeS8-mP5fAIssWkqTFMuQGCyOJ6SV3MMJ6PZmqyYzLT67xyNiWk_TljtFjsbX2-EGJra1koQoRPQ6zJu/s1600/casa+papel+terminada.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhdi1hdXeqfPBpznEPBaQM65KPhzdlOVfLIh_7EQtUDsbv9Vjpk3YMfjy5Lui3CoeS8-mP5fAIssWkqTFMuQGCyOJ6SV3MMJ6PZmqyYzLT67xyNiWk_TljtFjsbX2-EGJra1koQoRPQ6zJu/s320/casa+papel+terminada.JPG" width="320" /></a></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
Yo te animo a que emprendas esta nueva etapa con ese
espíritu curioso y soñador que siempre te ha caracterizado. Te
invito a que busques la forma de construir tus “alas” para volar.
Esas que de pequeña no dejabas de idear y diseñar una y otra vez.
Esas que te ayudarán a elevarte y mirar las cosas desde otro punto
de vista, tal vez con otra perspectiva. Esas alas que te permitirán
llegar hasta donde te propongas. Esas alas son las que, quieras o no,
estás empezando a desplegar ya.</div>
<br />
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
Te haces mayor, y yo
también. Y hacerse mayor forma parte de este juego que se llama
vida. Es algo que no podemos elegir. El modo de aceptar esa condición
impuesta es lo que diferencia, muchas veces, a las personas felices
de las desgraciadas. Hacerse mayor significa que uno o una sigue
existiendo. Y eso supone una felicidad inmensa para todo el que te quiere,
incluso desde la distancia. </div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgQrrmrYRqBqoTEocpX2cGjXPlDYMDanxH21TSt427qNDROnaU40gdjzN9fN6ZV-qFXOBhkdGxdUCMVOucUuBVNSS1ra7oK5h4XWYr2NRj8NqSURiNPB2b-4Ka3IMihiBUaGfxqKbZ19eya/s1600/Paula.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgQrrmrYRqBqoTEocpX2cGjXPlDYMDanxH21TSt427qNDROnaU40gdjzN9fN6ZV-qFXOBhkdGxdUCMVOucUuBVNSS1ra7oK5h4XWYr2NRj8NqSURiNPB2b-4Ka3IMihiBUaGfxqKbZ19eya/s320/Paula.JPG" width="313" /></a></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
</div>
miguelhttp://www.blogger.com/profile/03822437256974786703noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-3444302451753833145.post-68652916254407583942013-09-07T15:38:00.000-07:002013-09-07T15:38:08.197-07:00De cuando la vida es como una pila alcalina
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiwD_NCQMt0T8qYlMj8ICM5aaoMTes2NgbWk_lp0wy1dge-IcuUyU2avTCsZTcX75N2WLly1C-Y8HnisSHAnqXq41HFCDJCk4QSjPPyG3Lvc5dUf_wRR_p0ir_YWhqgOSyDoHiAs_kZPJfU/s1600/pilas.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiwD_NCQMt0T8qYlMj8ICM5aaoMTes2NgbWk_lp0wy1dge-IcuUyU2avTCsZTcX75N2WLly1C-Y8HnisSHAnqXq41HFCDJCk4QSjPPyG3Lvc5dUf_wRR_p0ir_YWhqgOSyDoHiAs_kZPJfU/s320/pilas.jpg" width="320" /></a></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
Reinterpretando y
aludiendo a la célebre frase de Forrest Gump, diría que la vida es,
si no como una caja de bombones, sí como una pila alcalina. Para que
funcione se debe saber encontrar el lado positivo. Eso es algo de lo
que hay que ocuparse concienzudamente a diario cuando uno pretende
empezar de nuevo a construirse una vida en un “ecosistema”
diferente. Y digo bien “ecosistema”, porque aunque no lo parezca,
el que escribe estas líneas es más “animal de costumbres” de lo
que se pueda llegar a imaginar en un principio. Y empleo el término
“ecosistema” también porque no me encuentro en condiciones de
determinar si como vecinos tenemos más animales que personas o
viceversa. Y de hecho, ni siquiera me atrevería a asegurar que algunas
(pocas, afortunadamente, muy pocas) de las personas con las que nos
hemos topado lleguen a ser tan humanas como las ovejas con las que
cada mañana intercambiamos un cordial “Grüezi” o un “Beeee”
en un ya más que aceptable dialecto ovino.</div>
<br />
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
Empeñado como estoy en
buscarle el lado positivo a la vida, no puedo evitar pensar en “La
vida de Brian” (ya sabéis, “Always look at the bright side of
life”), y al hacerlo, la sonrisa vuelve a poblar mi semblante. Debo
admitir que no siempre es fácil. No siempre encuentro fuerzas para
sonreír, para bromear o incluso siquiera para comunicarme con la
gente a la que tanto echo de menos. Pero he de reconocer que cada vez
van siendo menos los momentos en los que eso ocurre. Tengo un apoyo
enorme en mi Mar, que a pesar de lo que su nombre pudiera sugerir, se
comporta como un auténtico “Cielo”. A ella quiero darle las
gracias por “ponerme las pilas” cada vez que me quedo sin ellas,
por aguantar mis momentos de nihilismo agudo y los ratitos de crisis
existencial absoluta, en los que me planteo cuestiones tales como qué
hacemos aquí, de dónde venimos, quiénes somos realmente, hacia
dónde nos dirigimos, o si estamos solos en el Universo. Por cierto,
cuando escucho a quienquiera que sea preguntarse si estamos solos en
el Universo, me suelen entrar ganas de sugerirle que se pasee una
mañana cualquiera del mes de agosto por la playa de Levante de Santa
Pola, a ver si le parece que esa es demasiada soledad para un
Universo como el nuestro.
</div>
<br />
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
Hoy, como seguramente
podéis intuir, no me resulta fácil ocultar mi alegría. Por segunda
semana consecutiva he podido hablar con mi niña, con mi Paula. Y
eso es algo que a uno lo carga de energía muy positiva.</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
</div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
miguelhttp://www.blogger.com/profile/03822437256974786703noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-3444302451753833145.post-20439078219760699042013-09-01T07:36:00.002-07:002013-09-01T07:36:56.362-07:00De cuando el tiempo es lo único que realmente nos pertenece
<br />
<br />
Tempus tantum nostrum
est, o lo que es lo mismo, el tiempo es lo único que realmente nos
pertenece, que dijo alguien alguna vez. Y si no lo dijo, por lo menos
lo debió de pensar muy seriamente. Supongo.<br />
<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhnszeIsUffF2IZVWwmxxqEAu0i3-UttchnX-6UA4lZMOWqfPZiHhW60A9C5rm7kX7tYhHhSmlgfzQPo7wlGjFD8Qm3ZP8BD_gYcV8cyhW3gmMn3jO5mu2hVDwMbHOOx-jpEVV2hml9xjg4/s1600/tiempo.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhnszeIsUffF2IZVWwmxxqEAu0i3-UttchnX-6UA4lZMOWqfPZiHhW60A9C5rm7kX7tYhHhSmlgfzQPo7wlGjFD8Qm3ZP8BD_gYcV8cyhW3gmMn3jO5mu2hVDwMbHOOx-jpEVV2hml9xjg4/s320/tiempo.jpg" width="240" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<br />
<br />
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
Hoy he tenido tiempo para
pensar. Tiempo para pensar en el tiempo. No. No en el tiempo de
“parece que empieza a refrescar, hay que ver cómo viene
septiembre”... No. No hablo de ese. Me refiero al tiempo como
dimensión en la que nos movemos las personas humanas (y las no
tanto) en un único sentido. En el de la vida. Hacia adelante, claro.
Por cierto, imagino que estaréis de acuerdo conmigo en que es una
verdadera lástima no haber encontrado la tecla de “deshacer” en
el “menú de pantalla” del tiempo que tenemos. En ocasiones se
echa de menos que nuestra existencia tenga una interface tipo
“Microsoft Office”. Pero esto es algo que no tiene que ver con lo
que quiero contar, y como ya sabéis, detesto irme por las ramas,
pues su arbitraria consistencia leñosa no suele permitir el tránsito
por las mismas en unas condiciones que, por la experiencia propia y
ajena, garanticen la seguridad igualmente tanto propia como ajena.
¿De qué coño estaba hablando? ¡Ah! ¡Sí! Del tiempo, es verdad.</div>
<br />
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
El caso es que estaba
pensando que tres meses no es tanto tiempo. Bueno, según para qué.
Para estar aguantando la respiración debajo del agua, tal vez sea
demasiado. Eso es algo que no puedo rebatir, obviamente. Pero en
referencia a la cuestión que quiero tratar, quizás tres meses es
una porción de tiempo relativamente asumible. Resulta que, como
probablemente sepáis, llevo tres meses experimentando en mis propias
carnes las luces y las sombras de la emigración. Cuando llegué aquí
firmé un contrato de alquiler pensando que, tal y como me explicaron
mis arrendadores, la duración del mismo ascendía a la cifra de...
Exacto, tres meses. Cuál no sería mi sorpresa cuando hace unas
semanas me dirigí (iluso de mí) presto y solícito, a comunicar mi
decisión de no continuar haciendo uso de la vivienda en la que
residimos (por motivos que no procede detallar ahora, pero entre
otros destacaría el hecho de que durante dos meses no tuvimos
armarios o que hemos estado prácticamente todo el tiempo lavando a
mano en la bañera, pues la lavadora no se dignaba a entender el
castellano...). Si bien es cierto el hecho de que, efectivamente, la
duración del contrato era de tres meses, no quedaba suficientemente
especificado que esos tres meses eran automáticamente prorrogables,
a no ser que el inquilino avisase con tres meses de antelación. O
sea, que para que el contrato hubiera durado justamente esos tres
meses, tendría que haber decidido el primer día del mismo que no
quería continuar. En definitiva, que nos la han colado, pero bien
colada. Pues nada, que en principio habrá que seguir aquí hasta
noviembre, a no ser que encontremos a alguien que nos releve en el
alquiler, búsqueda en la que estaremos inmersos los próximos días
y semanas.
</div>
<br />
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
Tres meses se pueden
hacer largos. Pero también sé que pasarán. Y cuando concluyan no
tendremos que ver nunca jamás la cara de cierta señora. Y esa
señora tendrá que seguir viéndosela todas las mañanas en el
espejo. Y eso no debe de ser una tarea fácil de soportar, porque
“todas las mañanas” sí que es demasiado tiempo.</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
</div>
miguelhttp://www.blogger.com/profile/03822437256974786703noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3444302451753833145.post-77892321790796994182013-08-25T00:17:00.004-07:002013-08-25T00:20:42.087-07:00De cómo aprender a echar de menos sin sentir dolor<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjTfitI_93yHrF2VUnjhq-PnHQdsQWn3j0fgpOZgX1VBGRP3SbwEgpf4DxRxIDG5-IEZU3A7EGZawcZM3bamo2zBBQ9lryo8hXA6WS9Yfsz1TYBygh7IXYQMCttJiOrfMXkpKFrhzgy0C_g/s1600/dia+gris.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjTfitI_93yHrF2VUnjhq-PnHQdsQWn3j0fgpOZgX1VBGRP3SbwEgpf4DxRxIDG5-IEZU3A7EGZawcZM3bamo2zBBQ9lryo8hXA6WS9Yfsz1TYBygh7IXYQMCttJiOrfMXkpKFrhzgy0C_g/s320/dia+gris.jpg" width="320" /></a></div>
<br />
<br />
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
Hoy se ha despertado el
día con el color de las despedidas. Curiosamente hoy hace
exactamente tres meses que este lugar nos dio su particular
bienvenida, obsequiándonos con otra fría y gris mañana, allá por
el mes de mayo. Llegamos casi sin hacer ruido, cargados con una
maleta llena de sueños e ilusiones como único equipaje (más no se
permite en las líneas aéreas de bajo coste). Hoy, tres meses
después y echando la vista atrás, tomo conciencia de lo difícil
que resultó llegar hasta ese punto de partida. Y que sin embargo,
las complicaciones reales empezaron sólo entonces, en el preciso
instante en que como inmigrantes pusimos el pie en este lugar. Pero
de estas cuestiones tal vez hable en otra ocasión. </div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgbZGGkMsA2xAz5cjMirh7p8tI-nLs3RVxWZPdzlGvIcKEX-wFTCr0JPkLeTHt1m9m1o3-5dV5CauTN-XrlCxnln4v7V4Wb-X_vWdyEv2q5zCA0JiZNpqmGvyZR6w4yt3c6VfafGKWASHFp/s1600/velas.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="218" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgbZGGkMsA2xAz5cjMirh7p8tI-nLs3RVxWZPdzlGvIcKEX-wFTCr0JPkLeTHt1m9m1o3-5dV5CauTN-XrlCxnln4v7V4Wb-X_vWdyEv2q5zCA0JiZNpqmGvyZR6w4yt3c6VfafGKWASHFp/s320/velas.jpg" width="320" /></a></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
</div>
<br />
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Hoy simplemente quería
decir que después de estos tres meses sigo echando muchísimo de
menos todo lo que he dejado atrás en España, pero por encima de
todo añoro a mi pequeña. A mi Paula. Que no pasa un solo día sin
que me acuerde de ella y que, en ocasiones, sin saber muy bien cómo,
me percato de que agua salada brota a través de mis ojos con la
misma facilidad con la que su recuerdo recala en mi mente. Reconozco
que no me hallo en condiciones de dar una respuesta racional al
título que planteo. Es más, casi me atrevería a afirmar que no se
puede echar de menos sin sentir dolor. Sin algo de dolor, en cualquier caso.
Quizás la alternativa sea el olvido, aunque ese es un camino que no
estoy dispuesto a recorrer.
</div>
<br />
<br />
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
Desde esta buhardilla
doblemente abuhardillada en la que por el momento habito, quiero
hacerle llegar todo el amor y el cariño que un padre puede sentir
por su hija. Ella sabe que es así, y del mismo modo, sé que ella
también se acuerda mucho de mí, a pesar de que no quiera
comunicarse conmigo. Sé que no soporta verme triste y por tal motivo
ha optado por hacer como que no existo.
</div>
<br />
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjofn87HCYku7rWJn0pJl-nctbIrtwCu5WKlNUKjs-QVgKXiUdw9CGrnrL5epXUusHszo2hVhYPtdbKvglmfkIIc1OrnBvPG4J_iRN534FT4GtcGMDeub80OaPIPxQELXE9NamEVFoQ0a3u/s1600/30122007195_2.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjofn87HCYku7rWJn0pJl-nctbIrtwCu5WKlNUKjs-QVgKXiUdw9CGrnrL5epXUusHszo2hVhYPtdbKvglmfkIIc1OrnBvPG4J_iRN534FT4GtcGMDeub80OaPIPxQELXE9NamEVFoQ0a3u/s320/30122007195_2.jpg" width="280" /></a></div>
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</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
Pero Paula, deberías
saber que el dolor, igual que la energía, no se crea ni se destruye,
sino que se transforma. Desde luego, tratar de hacer como que no está
presente no lo remedia y, ni mucho menos, lo elimina. En todo caso,
se acaba convirtiendo en rencor y en odio. En un rencor que se va
acumulando y en un odio que acarrearás sobre tu espalda sin razón.
Aunque no lo creas, el rencor y el odio no son “mejores” que el
dolor de la nostalgia. Ojalá algún día, cuando crezcas un poco
más, puedas comprenderlo. No te he abandonado, hija. No estoy aquí
como consecuencia de una decisión tomada libremente. Estoy aquí,
forzado por las circunstancias, tratando de ganarme la vida porque en
España no podía hacerlo. Es así de simple, y así de duro. No
espero que lo comprendas hoy. Ni tampoco mañana. Sólo cuando estés
preparada para hacerlo, ni antes ni después. Entonces, papá seguirá
siendo papá, el mismo que te contaba los cuentos en los que tú eras
la protagonista. Hoy no es que haga precisamente un “Mundía”
(esta palabra es de Paula), pero seguro que mañana volverá a
brillar el sol.
</div>
miguelhttp://www.blogger.com/profile/03822437256974786703noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-3444302451753833145.post-80863919725834065922013-08-15T12:46:00.002-07:002013-08-15T12:46:35.420-07:00De cuando la realidad supera a la fricción<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjXHnBhWVbqK-LObb_InjGuAVp34B84L4DOkPYqkK3QZH6YmzlBRPnGAj407Yl8bmnesOejr35GLI6IO2dt3uJMTymqczTfWhFTQseEc4Z2Kq9tm-VPvxLOMeNmjRCXkvcZF0AybVPfjAPC/s1600/foto+ara%C3%B1a.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjXHnBhWVbqK-LObb_InjGuAVp34B84L4DOkPYqkK3QZH6YmzlBRPnGAj407Yl8bmnesOejr35GLI6IO2dt3uJMTymqczTfWhFTQseEc4Z2Kq9tm-VPvxLOMeNmjRCXkvcZF0AybVPfjAPC/s400/foto+ara%C3%B1a.jpg" width="400" /></a></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
A veces la realidad
supera a la fricción. ¡Oh, cielos! ¿He dicho fricción? ¡Qué
desafortunado contratiempo! A decir verdad, sé que todo el mundo
sabe realmente a lo que me refiero. Deben de ser los nervios, que
asoman bajo la hoja en blanco. Vamos otra vez al principio.</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
En ocasiones, la realidad
supera a la fruición. Creo que tampoco era esto, aunque cierto sí
que es. Al menos, podría ser. Vamos, digo yo... A ver, dejadme que
me centre. Ahora. Ya va. Comienzo de nuevo, que esto no tiene por qué
ser tan difícil.</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
A veces la realidad
supera a la micción. Esto no va bien en absoluto. Me vais a
disculpar, pero creo que me he despistado, o meé despistado... No
estoy seguro del todo, pero creo que da lo mismo...
</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
Hay momentos en los que
la realidad supera a la dicción. Digo bien. Pero me temo que tampoco
era esto lo que estabais pensando. Ni yo.</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
A veces la realidad
supera a la adicción. No. Bueno, sí. Pero no. La verdad es que en
estos momentos me cambio a la voz pasiva para confirmar abiertamente
que la realidad está siendo superada ampliamente por la frustración.
Pero esto no puede quedar así. Creo que este desaguidaso de post
merece una breve pero clara explicación.</div>
<br />
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
Lo cierto es que no me
puedo concentrar. Mientras escribo (o lo intento) estoy viendo
(obviamente con las orejas) en la “SRF”, o lo que es lo mismo, en
la “Schweitzer Radio und Fernsehen” una película llamada “Zurück
in der Zukunft”, que os sonará más si os digo que en español
significa “Regreso al Futuro”. Y lo más curioso de todo es
que entiendo lo que dicen (sí, sí, en alemán). Hoy esto es una
realidad. Hace seis meses, ficción. Imagino que ya os hacéis una
idea.</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
miguelhttp://www.blogger.com/profile/03822437256974786703noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3444302451753833145.post-16969312896194069342013-08-11T07:28:00.000-07:002013-08-11T07:28:53.635-07:00De una tortilla de patatas indomable que quiso llamarse “Huevos Locos”
<br />
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
Hoy he llevado a cabo un
ejercicio del tipo “maniobras militares” encaminado a combatir la
notalgia que en ocasiones (muchas) asoma por la ventana de la
buhardilla que habito. No puedo remediar mirar hacia el sur y pensar
en que allá, más bien tirando a lejos, a casi dos mil kilómetros
están muchos de los míos, mi tierra y, en definitiva, mi hogar.
</div>
<br />
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
Acaparar más “Heimweh”
(añoranza, o literalmente, dolor de hogar, como dicen por aquí) de
la que uno se puede hacer cargo no tiene que ser sano. Por tal
motivo, y por otros que ahora no vienen a cuento, esta mañana me
propuse hacer una auténtica tortilla de patatas. Una tortilla
española.</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj6zhgNAFEeBiQ7CaTTZX554EBG1GeXu72z5Bo0xSVp6fA_7aLSPcXXTFf6CpwiIsbRfvNWeiVy-B2q9pxEidqx2lSkK0b2fz7gp4jZiR1RE1d4j0H39H6iS6T3lu2I9BLk5r5yaTltu2-R/s1600/2013-08-11+12.16.54.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj6zhgNAFEeBiQ7CaTTZX554EBG1GeXu72z5Bo0xSVp6fA_7aLSPcXXTFf6CpwiIsbRfvNWeiVy-B2q9pxEidqx2lSkK0b2fz7gp4jZiR1RE1d4j0H39H6iS6T3lu2I9BLk5r5yaTltu2-R/s400/2013-08-11+12.16.54.jpg" width="400" /></a></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
</div>
<br />
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
Tenía los ingredientes:
aceite (Öl se empeñan en llamarlo por aquí, por mucho que éste
haya venido directamente del Mercadona de Santa Pola), die Eier (los
huevos, que decimos en España), die Kartoffeln (las patatas,
obviamente), Salz (está claro, la sal) und Knoblauch (ajo, que
aunque no toma parte en la tortilla, estaba por aquí y quería
figurar. Como está constituido por dientes, le gusta mostrar la
sonrisa cada vez que tiene ocasión). Quisiera puntualizar que tomar
la foto a los ingredientes no ha sido una tarea fácil. Más que nada
porque los huevos no se estaban quietos. Voy a tratar de explicarme.
Resulta que la buhardilla que ocupo manifiesta una ligera inclinación
descendente hacia el norte, motivo suficiente al parecer para que die
Eier (los huevos) se mostrasen intranquilos y deseosos de movimiento.
He pasado un mal rato, lo admito. Casi me he dado por vencido, pero
finalmente las patatas se han hecho cargo de la situación y han
conseguido que los huevos entrasen en el juego (o en la foto, mejor dicho).</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh7shyqQaCa04lBmD2lpgQMbVBtKsTjDT6K0AcS-Yqwzp5lPWIJ8BAslMY8M0hY05eSnTOjrHGPaN1YUj8C4Rxjg0bcg2qGLQs5N-AIMpmKakk9XyUjP608ALggUQPVmKRFA5Ntfekmw25y/s1600/2013-08-11+13.19.52.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh7shyqQaCa04lBmD2lpgQMbVBtKsTjDT6K0AcS-Yqwzp5lPWIJ8BAslMY8M0hY05eSnTOjrHGPaN1YUj8C4Rxjg0bcg2qGLQs5N-AIMpmKakk9XyUjP608ALggUQPVmKRFA5Ntfekmw25y/s400/2013-08-11+13.19.52.jpg" width="400" /></a></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
</div>
<br />
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
El resultado
(estéticamente hablando), como podéis comprobar, no ha sido el que
cabía esperar. Esta tortilla podría haberse llamado perfectamente
“Huevos Locos” o “La Tortilla Indomable”. Claro que deberíais
haber visto la sartén “ultra-adherente” con la que he cometido
(o perpetrado) este guiso... Reconozco que pensé que podía haberlo
hecho mejor. Pero en realidad me da absolutamente igual. La idea no
era esa. Lo que pretendía era acercarme, en la medida de lo posible,
y desde un punto de vista emocional, a todo aquello a lo que añoro.
</div>
<br />
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
El hecho de preparar una
tortilla de patatas me ha conectado directamente con mi hija Paula.
Ella solía decirme que hacía las mejores tortillas de patata del
mundo. Claro que eso era cuando me quería... Yo siempre la creí. No
que hiciera las mejores tortillas del mundo, sino que para ella lo
fuesen. Sé que hablaba en serio. También me he sentido emocionado
al pensar en mis padres y en mi hermana. La tortilla de patatas de mi
madre. A ella siempre le salen buenísimas y estéticamente
perfectas. Igualmente he tenido tiempo para acordarme de todos los
familiares y amigos con los que he compartido un pincho de tortilla
(o cualquier otra exquisitez) en estas últimas décadas... A todos
vosotros quisiera deciros que os quiero y que os echo muchísimo de
menos. No podéis imaginar cuánto. Pero esto es así, y hay que
ganarse la vida allá donde a uno se lo permiten y donde le dan la
oportunidad.
</div>
<br />
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
Sé de buena tinta que
una cuestión ronda por vuestras cabezas. Que cómo estaba la
tortilla, ¿no? Pues bien, aún no la he probado. Estoy esperando a
que vuelva la currante de la casa para compartir, como venimos
haciendo en los últimos meses, todas las penas y alegrías con ella.
</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
</div>
miguelhttp://www.blogger.com/profile/03822437256974786703noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-3444302451753833145.post-67477790769865871442013-08-07T13:19:00.002-07:002013-08-07T13:19:29.995-07:00De cuando no se sabe sobre qué escribir
<br />
<br />
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
“<span lang="es-ES">No
quisiera molestar. Lamento las disculpas”</span></div>
<br />
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj6U45I4mtxhMb9LE2uFvbfhg75dbZ6Ineb9-fmj0yodUr8-hDIpKU8aWZg2rTIQZ_jmowEhR8k8dGOA0zR93CuWJIXrDXsJQCAcT7wscToZEy4uSfynY0P3k3cjicarAaK_h_lbt9e-cgs/s1600/2013-08-07+21.53.05.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj6U45I4mtxhMb9LE2uFvbfhg75dbZ6Ineb9-fmj0yodUr8-hDIpKU8aWZg2rTIQZ_jmowEhR8k8dGOA0zR93CuWJIXrDXsJQCAcT7wscToZEy4uSfynY0P3k3cjicarAaK_h_lbt9e-cgs/s400/2013-08-07+21.53.05.jpg" width="400" /></a></div>
<br />
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
Hay
ocasiones en las que no se sabe muy bien sobre qué escribir. Sobre
un papel, dirían los más avezados. Pero lo cierto es que la vida de
un papel no suele resultar muy interesante, al menos (y valga la
redundancia) sobre el papel. Sin embargo, un papel puede llegar a dar
mucho juego, fundamentalmente si se manifiesta en su formato más
grueso (cartón) y uno se halla en un bingo. Un papel se puede
interpretar, o también desempeñar sin necesidad de acudir a una
casa de empeños. Unos papeles suponen la diferencia entre residir
legalmente en un país o no hacerlo. Un papel es un papel. Un papel
puede ser moneda, pero higiénico también. Un papel puede ser todo,
y nada a la vez.
</div>
<br />
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
Hoy estoy en
blanco, como esta hoja que aquí veis. Recordad que por poco importantes que
sean, no conviene perder los papeles. Lo mejor, guardar la calma y
evitarse un papelón.</div>
<br />
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
También es
verdad que podría escribir sobre mí mismo. Pero es que hoy no me
quedan ganas. Ya me he duchado, y cubrir mi piel de letras escritas a
bolígrafo es lo último que quisiera hacer a estas horas.</div>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
</div>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
</div>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
</div>
miguelhttp://www.blogger.com/profile/03822437256974786703noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3444302451753833145.post-28475305008175803072013-08-04T09:16:00.001-07:002013-08-04T09:16:03.253-07:00De la libre traducción e interpretación de los nombres de las calles en alemán y de cómo la intuición no siempre falla
<br />
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
</div>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
“Para
apreciar el verdadero valor de una gran sonrisa dulce, tal vez fuese
preciso haber saboreado previamente la amargura de unas cuántas
lágrimas saladas”</div>
<br />
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
</div>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
</div>
<br />
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
Afortunadamente
no todo lo que concierne al hecho migratorio es llanto y lamento. Un
ejemplo: los problemas de comunicación.
</div>
<br />
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
“¿Cómo?
Si acabas de decir que no todo son desdichas y calamidades. ¿Más
problemas?, ¿es que estás loco?, ¿acaso tenemos doble
personalidad? Debemos reunirnos los dos cuanto antes”.
</div>
<br />
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
Efectivamente,
más problemas. En este caso el problema no sería el problema en sí,
sino la forma de afrontarlo. La comunicación cotidiana a través del
uso de un lengua ajena a la materna da pie a multitud de equívocos,
malentendidos y anécdotas, que también irán cobrando el
protagonismo que merecen en este nuevo espacio.
</div>
<br />
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
Hoy, sin ir
más lejos (bueno, en realidad a Stein am Rhein. He de reconocer que
cerca no está), mientras paseaba por su centro encantado (encantado yo, aunque el centro también es encantador, claro), he
descubierto alguna de las posibilidades (tal vez sólo una, pero ya
es más que nada) de un juego que propongo: interpretar y traducir
libremente los nombres de las calles del alemán al castellano,
dejando como guía única a la intuición. "Alemán creativo para
españoles intuitivos", o algo así, podría llamarse.</div>
<br />
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
Ahí van un
par de propuestas:</div>
<br />
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgTyXXkKBl6Q1EQlYjjo4wRnwQRfSlFf3WIeGk8Fhd81HbmPIlvMsfqQdoH3EfI2tmyDfzAexPSizs-SunfO96ok-g6eNldsD1cQcM0gFLcx-cGNTw9IyFYEMY947nLzvQ5C4TQnseUZQRQ/s1600/2013-08-04+14.01.39.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="148" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgTyXXkKBl6Q1EQlYjjo4wRnwQRfSlFf3WIeGk8Fhd81HbmPIlvMsfqQdoH3EfI2tmyDfzAexPSizs-SunfO96ok-g6eNldsD1cQcM0gFLcx-cGNTw9IyFYEMY947nLzvQ5C4TQnseUZQRQ/s320/2013-08-04+14.01.39.jpg" width="320" /></a></div>
<br />
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
</div>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
</div>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
</div>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
</div>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
“Schwarzhorngass”,
que significa algo así como “Callejón del cuerno negro”,
podríamos rebautizarlo como “Horno de gas negro”.</div>
<br />
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
</div>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgP0v308qa7RAqMv69d1pgmHQeq9LadCkK38eYvgTPug_KhyphenhyphenSkOZBMAtdw1mwVDnoww3Lgul0-RACTmOfmTc-WXxumGsOvw91hgHmoANKax61aLFB_rl_Uos-eDWo2ltF2pu_-7hR58sPKr/s1600/2013-08-04+14.38.45.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgP0v308qa7RAqMv69d1pgmHQeq9LadCkK38eYvgTPug_KhyphenhyphenSkOZBMAtdw1mwVDnoww3Lgul0-RACTmOfmTc-WXxumGsOvw91hgHmoANKax61aLFB_rl_Uos-eDWo2ltF2pu_-7hR58sPKr/s1600/2013-08-04+14.38.45.jpg" /></a></div>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<br />
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
</div>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
“Rathausplatz”,
para un español creativo podría querer decir la “Plaza de la casa
de los ratones” en realidad no es ni más ni menos que la “Plaza
del Ayuntamiento”.</div>
<br />
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<br />
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
Por
supuesto, cualquier aportación, sugerencia o comentario serán
bienvenidos y al final del curso “Alemán creativo para españoles
intuitivos” se obsequierá a los participantes con un estupendo
diploma acreditativo (absoluta y rigurosamente bilingüe) e incluso
con un vino de honor, dudoso, pero honor al fin y al cabo.</div>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
</div>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
</div>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="margin-bottom: 0cm;">
</div>
miguelhttp://www.blogger.com/profile/03822437256974786703noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-3444302451753833145.post-22118451718894433092013-08-03T07:05:00.002-07:002013-08-03T07:09:32.249-07:00De cuando dejas atrás lo que más quieres y no tienes ni idea de lo que hay delante<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEghzLzF-qOsEvEbitPmdgbtRjFZK93s4Qpl9EB0EimNL91YZHEhxH5C7mNQlIbB7fAKdnUoc-uapxGpzfuR3PWqDSuoJ6PwmYlnetG5IZlkcWSOto34IIksp9uCEKJr_5x65zGY1EmTzmkL/s1600/que+monos.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEghzLzF-qOsEvEbitPmdgbtRjFZK93s4Qpl9EB0EimNL91YZHEhxH5C7mNQlIbB7fAKdnUoc-uapxGpzfuR3PWqDSuoJ6PwmYlnetG5IZlkcWSOto34IIksp9uCEKJr_5x65zGY1EmTzmkL/s400/que+monos.jpg" width="300" /></a></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span lang="es-ES"></span> </div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span lang="es-ES"></span> </div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span lang="es-ES"></span><span lang="es-ES"></span> </div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span lang="es-ES">Salir
de casa no es fácil. No. No es que tenga la puerta atrancada, ni
tampoco </span><span lang="es-ES">es que haya un lobo hambriento en
el rellano. Si esperabais escuchar el cuento de los tres cerditos,
sabed que no estáis en el lugar apropiado. No, no es eso. Me refiero
al hecho de abandonar el hogar. Ese hogar que con mucho entusiasmo y
tantísimo amor ha ido uno construyendo a lo largo de los años, para
tratar de buscar y ganarse la vida en otro país. Vamos, emigrar creo
que lo llaman.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span lang="es-ES"></span> </div>
<span lang="es-ES">En
general</span><span lang="es-ES">, la cosa empieza mucho antes de dar
el primer paso. O dicho de otro modo, el primer paso es pensar en
cómo dar el primer paso. Aunque en realidad, y lamentando la
sobre-redundancia, el primer paso es llegar a ser consciente de que
uno debe emigrar. Vamos a llamarlo “El paso 0”, porque aunque me
encantaría ponerle a ese paso “El Cristo del Gran Poder”, creo
que ya está registrado. ¡Qué le vamos a hacer!, todavía no hemos
emigrado y ya nos estamos encontrando con trabas.</span><br />
<br />
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span lang="es-ES">Decidir
el lugar al que se va a ir y a qué tipo de trabajo se aspira suelen
ser los dos pilares donde descansan y sobre los que giran el resto de
las otras “decisiones” y de los que se derivan muchísimas
consecuencias que se deben tener en cuenta. Pero la verdad es que
creo que me e</span><span lang="es-ES">stoy yendo por las ramas,
porque en mi ánimo no estaba hoy hacer una “guía práctica del
emigrante”, sino que realmente pretendía hablar de algo que podría
ubicarse más bien, si se quiere, en un plano emocional. </span>
</div>
<br />
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span lang="es-ES">Emigrar,
como cualquier otra decisión que se pueda tomar, implica una serie
de consecuencias. Y de las primeras de las que uno es consciente es
del hecho de que va a tener que dejar atrás a seres queridos,
lugares familiares e incluso lengua materna. Emprender rumbo hacia
una nueva vida, por muy emocionante y excitante que resulte, implica
un camino que en ocasiones está plagado de renuncias y sacrificios.
No es lo mismo abandonar el hogar familiar cuando uno está recién
ingresado en la edad adulta que cuando se rozan los cuarenta años y
se deja atrás hijos y/o pareja. </span>
</div>
<br />
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span lang="es-ES">En mi
caso me veo obligado a “abandonar” a mi hija. Es difícil y muy
muy duro. Sólo quien ha pasado por esto puede llegar a comprender la
angustia que supone no saber cuándo será la próxima vez que
vuelvas a ver a tu pequeña, que aunque ya no lo sea tanto (lo de
pequeña, me refiero), para una padre nunca deja de serlo. Un
consuelo es pensar que mi sacrificio y mi esfuerzo permiten que ella
pueda tener hoy un presente, y quién sabe, incluso la esperanza de
un futuro. Ojalá ella algún día lo pueda comprender y ver de este
modo. Mientras tanto, le deseo la mayor de las felicidades y le diría
que cuando sienta que la vida no le sonríe, pruebe a sonreírle ella.
A veces, sólo a veces, funciona. Y además, no se pierde nada por
intentarlo. </span>
</div>
miguelhttp://www.blogger.com/profile/03822437256974786703noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3444302451753833145.post-85706675444792086372013-07-30T03:33:00.001-07:002013-07-30T03:38:37.103-07:00Del valor terapéutico de la escritura y las vueltas que da la vida<br />
<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEicjLEhAu4kDmQBprLrAmrscs0zmzKeuCz4biA-3nwYUx5VuBMUMlay1sq_bClYo1pKYgUzwLM42vR7Hz8XJsUFR9ojAt9equdsyEuk-zZ9sAz1QbaGI6YLfVg-00Bvp4W1mZ2dLr1i7bVG/s1600/2013-07-30+12.19.04.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEicjLEhAu4kDmQBprLrAmrscs0zmzKeuCz4biA-3nwYUx5VuBMUMlay1sq_bClYo1pKYgUzwLM42vR7Hz8XJsUFR9ojAt9equdsyEuk-zZ9sAz1QbaGI6YLfVg-00Bvp4W1mZ2dLr1i7bVG/s400/2013-07-30+12.19.04.jpg" width="300" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;"></span> </div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;"></span> </div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;"></span> </div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;">Ayer, al llorar mis primeras palabras
escritas desde hace ni se sabe cuánto, conseguí que dejaran de dibujarse
esos ríos de tinta transparente que vienen brotando de mis ojos a diario ya más
de un mes. <o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;">Siento mucho empezar hoy con esta lamentable
metáfora, pero que haya dejado de llorar no significa que no siga estando
sensible. En el blog “quemecuento” habría hablado de estreñimiento de ideas o
de mente embozada. Y probablemente a continuación hubiera comparado ese atasco
mental con el polo opuesto, o sea, con la diarrea creativa. Pero entiendo que
en “Meine leere Regale” este tipo de expresiones no proceden, y por ello pido
que no se tengan en cuenta.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;">En estos momentos disfruto o, más bien, transcurre
el penúltimo día de mis vacaciones en mi hogar español, del cual podría sin
problema caerse el calificativo. Mi hogar, a secas. Así está bien. Cuarenta
metros cuadrados. Cuarenta metros cuadrados puede llegar a ser una superficie
lo suficientemente grande como para hacer que uno se sienta sólo. Del mismo
modo que dos personas significan, en ocasiones, el mundo entero. No puedo dejar
de pensar en que la última vez que estuve aquí, antes de emprender rumbo al
otro país, había dos personas más, conmigo. Ahora miro alrededor y no encuentro
a nadie. Tan sólo recuerdos, el eco sordo de la soledad. El vacío que me rodea
por todas partes y lo llena todo no es más que el reflejo, la proyección, del
vacío que anida en mi interior. <o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;">Con vuestro permiso seguiré derramando
palabras, llorando frases. Necesito recuperar mis ojos para poder seguir
mirando al frente y comprobar si es cierto que el mundo no ha dejado de girar.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;"></span> </div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;"><o:p></o:p></span> </div>
miguelhttp://www.blogger.com/profile/03822437256974786703noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-3444302451753833145.post-70180524221139478672013-07-28T11:58:00.001-07:002013-07-28T11:58:12.202-07:00De cuando te rompen el corazón y empiezas a escribir un nuevo blog
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;"></span> </div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj_ypR5Kh9EhFvCwoCgOOIIR1kxLFiobr0S0tOHkXbGwVRc8ms1D05WKiwCc8-hijXav_X21bC7bR6AuGvFP8XJ54RME3cKOtfhuHP3LBFw6ZNCbNmLwbpNikpj5wr3I5N8uLq7ej7lYWZN/s1600/2013-07-28+20.53.02.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj_ypR5Kh9EhFvCwoCgOOIIR1kxLFiobr0S0tOHkXbGwVRc8ms1D05WKiwCc8-hijXav_X21bC7bR6AuGvFP8XJ54RME3cKOtfhuHP3LBFw6ZNCbNmLwbpNikpj5wr3I5N8uLq7ej7lYWZN/s400/2013-07-28+20.53.02.jpg" width="400" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;">Hay veces en las que te rompen el corazón en
mil pedazos (trozo arriba, trozo abajo). Eso es malo, es evidente, pero lo peor
llega en el momento en el que intentas volver a recomponer esos pedacitos y te
das cuenta de que algunos se han perdido y otros, sencillamente, ya no encajan.
En otras ocasiones se da la situación siguiente: tienes todas las piezas,
encajan, pero la forma resultante de la yuxtaposición de las mismas ya no es la
de un corazón, sino la de una vaca tibetana, si es que eso tiene sentido. <o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;">A mi me han roto el corazón. Realmente no sé
en qué estadio del proceso de recomposición me encuentro. Tal vez, incluso,
peque de optimismo al dar por sentado que estoy en fase de recuperación, pero
vamos a dar por bueno el hecho de que desde la eclosión coronaria no se puede
ir a peor, con lo cual a partir de entonces, todo es ya regeneración y mejora.
Lenta, si se quiere, pero mejora al fin y al cabo.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;">Pues bien, quisiera tener el dudoso honor de
presentar mi nuevo blog, en el que, a modo de vertedero, iré arrojando toda la
materia dolorosa y tejido inerte resultante del proceso de sanación y
depuración al que pretendo someter a mi nuevo corazón con forma de vaca
tibetana, si es que, como anteriormente apuntaba, eso existe.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;">Hasta ahora, en mi blog “quemecuento”, he
empleado el sentido del humor como vehículo para expresar y dar rienda suelta a
mi aletargada y, en ocasiones, perezosa creatividad. Dicen que hacer reír es
mucho más difícil que hacer llorar. No lo sé. Es posible. Sin embargo, imagino
que hacer llorar de risa será más complicado todavía. Por no hablar de hacer
reír de llanto, que debe de ser la leche (de vaca tibetana, obviamente).<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;">En mi nuevo blog “Meine leere Regale” tendrá
cabida todo. Humor, llanto, humor, creo que no me dejo nada… ¡Ah!, por cierto,
“Meine leere Regale” significa “Mis estanterías vacías” en alemán, idioma en el
que por razones de subsistencia me debo desenvolver en estos momentos en mi día
a día. La elección del nombre no es casual. Para mi la estantería vacía es una
metáfora que describe de manera bastante gráfica cómo se siente uno cuando, con
el corazón roto, se ve obligado a emigrar para ganarse la vida en otro país. La
estantería vacía simboliza el hueco que lo invade todo. O casi todo. Pero al
mismo tiempo significa la promesa de una esperanza, la promesa de un espacio en
el que los “libros” que conforman nuestra vida irán encontrando su sitio y
acomodo. <o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;">El primer paso está dado.<o:p></o:p></span></div>
miguelhttp://www.blogger.com/profile/03822437256974786703noreply@blogger.com1